El elenco de Gustavo Costas jugó un partido que fue de mayor a menor, y se llevó una derrota de Brasil
El marco de la fecha exhibía un duelo clave para los dirigidos por Gustavo Costas. La Academia, que llegaba el desarrollo fructuoso de vencer a Boca en el Cilindro, visitó al Paranaense con la ilusión de pisar fuerte y soñar con la tan ansiada Copa Sudamericana.
El partido suponía un duelo muy ajustado desde lo táctico, que Racing, tenía que interpretar de la mejor manera para poder lastimar al conjunto rival. Es por ello, que no eran admisibles los errores, ya que tan solo uno te puede dejar afuera de la Copa.
El trámite del primer tiempo fue positivo para la Academia. Con una presión alta, Racing pudo anular el costado de Salas y obligó al Paranaense a saltear líneas, donde se encontraron bien posicionados sus defensores centrales. Con más empuje que claridad, el mediocampo de Racing se las ingenió para poder llegar a generar situaciones de gol, que no llegaron a buen puerto.
Casi sobre el final del primer tiempo, un reiterado descuido defensivo pondría el único gol del partido y dejaría muy golpeado al conjunto dirigido por Costas. El segundo tiempo del cotejo, pecó de imprecisión en la mayoría de los pases producto del agotamiento de sus futbolistas, en dónde Paranaense, pudo ampliar la ventaja.
El juego espeso del equipo pedía cambios urgentes y así fue como ingresaron Johan Carbonero y Baltasar Rodríguez, para darle agilidad al mediocampo y frescura al ataque. Sin embargo, a Racing se le escaparon los minutos y todo terminó en derrota.
Un duro resultado para la Academia. Si bien la serie está abierta y deberá remontar de local, Costas no interpretó tácticamente el juego y el resultado pudo ser peor. Resta corregir y preparar el cotejo de la mejor manera, para dar el golpe y poder aumentar la ilusión del hincha, que desea con todo su ímpetu un título internacional.