El elenco de Gustavo Costas volvió a jugar un encuentro para el olvido; no generó en ataque y se llevó una dura derrota de Tucumán
Racing tenía por delante un duelo crucial. La Academia viajó a Tucumán para optar por ser un equipo ambicioso que aspire a un campeonato, o un equipo que se conforme con muy poco. El cotejo frente al Decano era importante no sólo para trepar a lo más alto del campeonato, sino también para acercarse a los puestos de Copas Internacionales.
Dicho esto, el equipo hizo todo al revés. El primer tiempo del partido pecó de imprecisión en muchas oportunidades. Sin tener un juego colectivo marcado, Racing llegó a generar peligro por las individualidades de Juanfer Quintero y Roger Martínez, que intentaron marchar con el duro panorama.
Con muchas faltas de concepto y un timing preocupante en su defensa, el conjunto de Costas se fue en desventaja en el primer tiempo. A partir de allí, Racing supo que tenía que levantar un partido difícil, por el antecedente negativo que acumula cuando se encuentra en desventaja.
En un segundo tiempo sin llegadas y con cambios preocupantes, Racing sumó muchos delanteros en ataque pero sacó a su generador de juego, Agustín Almendra. En ese instante y a falta de 20′ minutos, el encuentro terminó, y el resultado pudo ser aún mayor.
Dura derrota. Preocupante desde lo conceptual con una idea de juego que todavía no se observa, y muchas dudas en la parte defensiva que si se pretende aspirar a un título, no se pueden cometer.
El problema de Racing pasa por su cuerpo técnico que puede ser bueno para equipos de otros países pero no está en el nivel que requiere el fútbol argentino